Para el conocimiento de la música de los antiguos mayas es indispensable el estudio de la iconografía conservada en códices, piezas de cerámica y arte mural. El instrumental de los Mayas según estas ilustraciones constó de instrumentos de viento (aerófonos) y de percusión (idiófonos). La primera de estas familias instrumentales agrupa a varios tipos de instrumentos: las flautas de caña y hueso, diferentes tipos de pitos, silbatos y ocarinas de variedad de diseños, y los vasos sibilantes. En vasos policromados de diferentes épocas también aparecen representadas una y otra vez las conchas marinas. Los murales de Bonampak también muestran a un grupo de guerreros mayas tocando largas trompetas como todavía aparecen en el Rabinal Achi del siglo 19.
En el grupo de los idiófonos se encuentra el tun, que es un tronco vaciado con una incisión en forma de H cuyas dos lengüetas resultantes se percuten con baquetas rudimentarias. Este instrumento todavía se ve ocasionalmente en Guatemala. También están los tambores de madera con una sola membrana de piel de venado o jaguar, así como las caparazones de tortuga de diferentes tamaños, los raspadores y las sonajas. Los instrumentos musicales estaban caracterizados por su estrecha conexión con las deidades del panteón maya.